Exploración únicamente con fines científicos

 Han pasado dos semanas desde la primera vez que tomaste el suero. Al principio tenías dudas, pero la promesa de un cuerpo nuevo era demasiado tentadora. Así que te lo inyectaste, sin saber qué esperar.

Al principio, no pasó nada. Pero luego, poco a poco, empezaste a cambiar. Tus músculos se suavizaron y tu cuerpo se volvió más curvilíneo. Tu cabello empezó a crecer más y tu piel se volvió más sensible.

Y entonces, un día, te despertaste y descubriste que tu pene había desaparecido. En su lugar había una vagina suave y rosada.

Al principio te horrorizaste. Pero luego, al empezar a explorar tu nuevo cuerpo, te diste cuenta de que te gustaba. Te encantaba cómo se sentía tu vagina al tocarla y cómo temblaba al llegar al orgasmo.

Ahora, cada día, te tomas el tiempo para disfrutar de tu nuevo cuerpo. Te acaricias por completo, explorando cada centímetro de tu piel suave y sensual. Y disfrutas especialmente masturbándote, ya que tus orgasmos ahora son aún más intensos que antes.



Comentarios